... a tagliatelle con queso y brécol


Por fin una receta salada, yo misma ya estaba empachada con tanto dulce. Como siempre lo que os propongo hoy es también muy fácil y cualquiera al que le gusten los ingredientes puede hacerlo. Lo siento por los que no les guste el queso. A mí me encanta en todas sus variedades.


Notas sobre los ingredientes:

Las cantidades son para 4 personas. Por supuesto muchos de los ingredientes, si no te gustan o no puedes comerlos, se pueden sustituir por otros.

El queso mascarpone se puede sustituir por queso cremoso tipo Philadelphia. En mi caso, como la tarrina de mascarpone era de 250 gr. la completé con 100 gr. de nata líquida para cocinar, con el 15% de MG.

El brécol, por otra u otras verduritas que te gusten más.

Los tagliatelle, habrían quedado más vistosos si fuesen de colores, pero no tenía a mano.

El queso azúl, puede ser de tipo roquefort, gorgonzola o cualquier otro azul que te guste. Puedes variar la cantidad poniendo un poco menos si te gusta más suave.

El orégano fresco, por orégano seco, sin embargo es mucho más aromático el fresco, naturalmente.

En cuanto a la sal, solo la utilicé para hervir la pasta y el brécol, pues en la crema de quesos, el azul ya aporta suficiente.



Elaboración:

Poner a hervir una cazuela con agua salada al gusto a fuego medio. Añadir la pasta y cocer siguiendo las instrucciones del paquete para que quede "al dente".

Mientras tanto poner a hervir otra cazuela con agua ligeramente salada a fuego bajo. Cuando rompa a hervir añadir el brécol cortado en ramilletes y dar un hervor de unos dos minutos. Evitar cocer demasiado, pues aparte de que varía el sabor, necesitamos que quede firme. A mi personalmente, me gusta muy poco hecho. Si se cuece demasiado queda marrón y el sabor me recuerda a la coliflor, que no me entusiasma.

En otra cazuela calentar a fuego lento el queso azul previamente troceado y el mascarpone (y la nata en mi caso), hasta que se derritan y se mezclen. Añadir en ese momento el orégano picadito y salpimentar al gusto. Como dije antes, yo aquí no eché sal y solo añadí abundante pimienta.

Escurrir bien los tagliatelle. Ponerlos en una fuente o platos individuales (si están calientes, mejor), añadir el brécol y mezclar un poco con mucho cuidado para que no se rompan los ramilletes. 

Regar el plato con la crema de queso, espolvorear el parmesano por encima y decorar con ramitas de orégano (opcional).



... a palmeritas de chocolate


¿Tienes invitados para merendar y no sabes que ofrecerles? Pues aquí tienes una solución facilíiiisima, rápida y riquíiiisima.

Mi excusa para hacerlas fué una voz que me gritaba... ¡mamaaaá hazme algo rico!, una lámina de hojaldre perdida en la nevera y cómo no un: ¡date prisa que me tengo que ir!, así que ¿que podía hacer rico, rápido, fácil y sobre todo, de qué ingredientes dispongo?

Pues teniendo en cuenta que como ya he dicho, me quedaba una lámina de hojaldre en la nevera, que chocolate siempre hay por lo que pueda surgir y frutos secos tampoco suelen faltar en la despensa, la solución era fácil.





Elaboración:

Precalentar el horno a 200 ºC.

Preparar una bandeja de horno forrada con papel de horno o con una esterilla de silicona.

Extender la masa de hojaldre sobre una superficie ligeramente enharinada y cortar en rectángulo si no lo fuese.

Fundir el chocolate y la mantequilla en un baño de vapor removiendo ocasionalmente hasta que quede una mezcla homogénea. También puede hacerse en el microondas a temperatura media removiendo cada 30 segundos hasta que se mezcle.

Añadir las avellanas picadas previamente en un robot de cocina.

Untar con esta crema la superficie de la masa de hojaldre. Se me ocurre que si no queréis trabajar nada y tenéis en casa un bote de Nutella o Nocilla, podéis ahorraros el paso de fundir el chocolate con la mantequilla y añadir las avellanas. A mí me gusta más el chocolate negro y notar los trocitos de avellana al morder la palmerita, pero seguro con la otra crema, también quedan riquísimas.

Enrollar uno de los lados largos del rectángulo hacia el interior, hasta llegar a la mitad y después el otro lado, hasta que los dos se encuentren en el centro.

Humedecer la pasta en el lugar de unión con un poco de agua para que se adhieran bien.

Pasar el rollo por azúcar glas. Si la masa de hojaldre está fría, te será más fácil modelar y cortar las palmeritas.

Cortar el hojaldre en rebanadas finas.

Colocar las palmeritas sobre la bandeja de horno preparada

Hornear durante 12 minutos o hasta que estén doraditas.

Enfriar sobre una rejilla y ... ¿dónde están las palmeritas?

... a cupcakes de zanahoria y naranja con cobertura de mascarpone


El naranjo está en flor y ¿qué mejor que acompañar estos cupcakes con la flor de azahar del naranjo?

La mezcla de zanahoria y naranja le aporta una suavidad insospechada al bizcocho y un sabor delicioso al unirlo a la crema de mascarpone.

La receta original lleva mantequilla, pero yo los he hecho con aceite y le he quitado un poco de azúcar a la crema de mascarpone, pues para mi gusto, está ya suficientemente dulce.

Vamos con la receta ...


Ingredientes (para 12 unidades)

8 cucharadas de aceite o mantequilla
115 g. de azúcar moreno
el zumo y la ralladura fina de 1 naranja pequeña
2 huevos grandes, ligeramente batidos
175 g. de zanahorias, ralladas
25 g. de nueces ligeramente trituradas
125 g. de harina
1 cucharadita de mezcla de especias molidas
1 1/2 cucharaditas de levadura en polvo




Para la cobertura de mascarpone

280 g. de mascarpone
3 cucharadas de azúcar glas (al gusto)
la ralladura de 1 naranja grande y si quieres un poco más para adornar

Elaboración:

Forrar una bandeja para 12 cupcakes con 12 moldes de papel.

Precalentar el horno a 180 ºC. Poner en un cuenco el aceite o la mantequilla a temperatura ambiente, el azúcar, la ralladura de naranja y batir hasta obtener una mezcla suave y esponjosa. Incorporar poco a poco los huevos ligeramente batidos. Añadir la zanahoria, las nueces y el zumo de naranja y meclar bien.

Tamizar en un cuenco la harina, la mezcla de especias y la levadura y, con una cuchara de metal, incorporar a la preparación anterior. 

Repartir la masa en los moldes. (Como la masa sube muy poco, se pueden llenar casi hasta arriba)

Hornear unos 25 minutos o hasta que la masa tenga una consistencia firme y de color dorado. Dejar enfriar completamente sobre una rejilla metálica.


Preparación de la cobertura

Poner en un bol el queso, el azúcar glas y la ralladura de naranja y batir hasta obtener una mezcla homogénea.

Cuando los cupcakes se hayan enfriado, repartir la cobertura sobre ellos, con una espátula o un cuchillo de punta redonda, dándole una forma arremolinada  (yo tengo que practicar más ...)

Dejar en el frigorífico hasta el momento de servirlos.

... a brownies



Un poco de historia ...


Aunque no se puede afirmar a ciencia cierta que sea así, se cree que el origen del brownie se sitúa en Nueva Inglaterra (EE.UU), en los primeros años del siglo XX. Diversas fuentes coinciden en atribuir la primera receta al catálogo Roebuck de Sears en 1897, aunque más bien se trataba de un dulce de melaza de color marrón, con una nuez en el centro.

El Larousse Gastronómico, considerado por muchos como la referencia de cocina por excelencia, establece que la primera receta escrita para brownies, apareció por primera vez en el libro "The 1896 Boston Cooking-School Cook Book", escrito por Fannie Merritt Farmer, pero era una elaboración de tipo galleta, muy diferente de lo que conocemos hoy por brownie. Sin embargo, según lo verificado por Jean Anderson en el libro: "The American Century Cookbook: The Most Popular Recipes Of The 20th Century", las dos primeras recetas publicadas para brownies, aparecen en libros de cocina basados en el de Boston. La primera, en una edición posterior del "The Boston Cooking-School Cook Book". (No me importaría nada tener estos dos libros, ya conocéis mi adicción por los libros de cocina...)

Es fácil darse cuenta que el brownie, debe su nombre a su color marrón oscuro (brown) y como muchas otras recetas su origen está envuelto en numerosas leyendas que se narran de diversas formas:  la de que un chef agregó por error chocolate derretido a un lote de galletas, la de un cocinero que estaba haciendo un pastel y no tenía suficiente harina y una de las favoritas y quizá la más extendida, la de un ama de casa en Bangor, Maine, que estaba haciendo un pastel de chocolate y se le olvidó echar la levadura. Cuando vio que el pastel no subió, en vez de tirarlo, lo cortó en pequeñas porciones y lo sirvió así a sus comensales.



Hay miles de recetas de brownies y como todas son riquísimas, qué mejor excusa que tratar de probarlas todas...

ANA J., esta receta va por ti, puesto que eres tu quien me la ha pedido. Espero que te guste, aunque sé que con estos ingredientes es difícil que no sea así. He tardado en decidir qué receta hacer de las muchas que hay sobre este delicioso postre y finalmente, me he decidido por ésta, aunque también os dejo un enlace a la de Pierre-Dominique Cécillon para Larousse Cuisine. En el enlace está el vídeo y aunque es una receta muy fácil, nunca está de más ver como la hace un cocinero de la categoría de Pierre-Dominique.


Yo he elegido la que pongo a continuación en esta ocasión, porque quería hacer más cantidad y con respecto a la receta de Pierre, ésta lleva más proporción de chocolate que de mantequilla. También lleva levadura, por lo que queda más esponjosa. Además le he añadido una cucharadita de extracto puro de vainilla, porque me encanta.



Brownies

Ingredientes:

200 g. de chocolate Nestlé postres (8 barritas)
100 g. de mantequilla a temperatura ambiente y un poco más para engrasar el molde
3 huevos batidos
100 g. de azúcar
1 cucharadita de extracto de vainilla (opcional)
75 g. de harina
1 sobre de levadura Royal
1 pellizco de sal
80 g. de nueces troceadas

Preparación:

Calentar el horno a 180ºC. Engrasar y forrar con papel de hornear un molde cuadrado de 20 cm. de lado. Si se hornea en un molde demasiado grande, se quederá demasiado fino y seco. Por el contrario si usamos un molde demasiado pequeño, se quedará crudo por el centro.

Fundir el chocolate en un baño vapor: poner  el chocolate troceado en un cuenco de cristal sobre un cazo con agua hirviendo a fuego lento, sin que toque el agua. También puede hacerse en un microondas a potencia media, abriendo el horno para remover cada 20 ó 30 segundos. Una vez derretido, retirar del calor, añadir la mantequilla  y mezclar. Dejarlo enfriar. 

En otro cuenco batir los huevos junto con el azúcar y el extracto de vainilla.

Tamizar la harina junto con la levadura y la sal y verter en el bol de los huevos. Mezclar hasta que se incorpore.

A continuación echar esta mezcla sobre el chocolate y remover con una espátula hasta que los ingredientes se mezclen.

Finalmente añadir las nueces picadas. Si te resulta difícil partirlas con un cuchillo, puedes meterlas en una bolsa de plástico y dar pequeños golpecitos con el rodillo de amasar.

Verter la mezcla en el molde y distribuirla uniformemente con la ayuda de una espátula. (Dicen que para mejorar la textura se recomienda dejar la masa en el molde durante varias horas en la nevera, incluso toda la noche antes de hornear. Esto yo no lo he probado, siempre que surge hacerlo, es para comerlo en el día).

Hornear entre 30 y 35 minutos o hasta que sus bordes resulten firmes al tacto, en cualquier caso siempre es mejor comprobar con una aguja, que está perfectamente cocido por el centro. Si ves que aún no está hecho por el centro, pero empieza a dorarse demasiado, cúbrelo por encima con papel de aluminio.

Una vez fuera, dejar enfriar dentro del molde durante 20 minutos y volcar sobre una rejilla metálica para que se termine de enfriar.

Se puede espolvorear con azúcar glas (aunque no es necesario).

Cortarlo en cuadraditos y servir solos, o acompañados de una bola de helado de vainilla y sirope de chocolate caliente.

Resulta absolutamente delicioso y puedo garantizar que es difícil que sobreviva más de 24 horas...


... a galette de brócoli, bacon y queso azul



La Galette es una especialidad gastronómica de la región francesa de Bretaña.

Podríamos definir galette como una especie de empanada, en este caso sin tapa. 

Es una receta muy sencilla de elaborar y francamente rica. Los ingredientes son muy comunes y económicos. Si no te gusta el brécol, puedes sustituirlo por otro tipo de verdura y en cuanto al queso, también se puede poner el que más te guste y en la proporción deseada.





Ingredientes:  (para 4 personas)

1 lámina de masa de hojaldre preparada (medio paquete)
225 g. de rosetas de brócoli pequeñas o troceadas si es necesario
125 g. de bacon o panceta en dados
1 cebolla roja pequeña cortada en rodajas
100 g. de queso gorgonzola o roquefort o queso azul troceado
pimienta negra molida
piñones tostados para decorar

Preparación:

Calentar el horno a 200ºC. Poner la lámina de hojaldre en una bandeja de horno y realizar un corte poco profundo y continuo, a 1 cm. del borde de la masa formando un cuadrado y que sólo llegue hasta la mitad de su grosor. 

Cocer el brócoli al vapor o en agua poco tiempo, para que quede tierno y al dente. Escurrir.

Freir el bacon con la cebolla, sin dejar de removerlas, hasta que se doren. Añadir el brócoli y sazonar todo con abundante pimienta (recién molida, mejor).

Distribuir el relleno por toda la superficie del hojaldre, exceptuando el borde de 1cm. que dejaremos libre.

Poner por encima los trozos de queso de manera uniforme.

Hornear entre 25 o 30 minutos o hasta que la masa haya subido y esté dorada.

Esparcir los piñones sobre la galette y servir templada



Un defecto: sólo salen 4 trozos grandes, pero se pueden cortar más pequeños y servirlos como aperitivo. Si sois más, habrá que hacer varias.
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